Azimuth-47

Revista Azimuth / DIC. 2023 /33 Topógrafos de Costa Rica (CIT - CFIA). Su respues- ta fue afirmativa y por unanimidad. Pero con una petición especial: publicar la primera edición del li- bro durante las celebraciones del 50 aniversario del CIT - CFIA en el mes de octubre 2023. Por un momento dudé, pero de inmediato reaccioné y me dije: “¡Si se podrá!” Respondí de inmediato al CIT - CFIA que asumía el compromiso y entonces me dediqué de lleno a seguir completando la investi- gación y recopilación que ya había desarrollado por muchos años. De seguido, pasé a ordenar ese enorme cúmulo de información. Por último, pasé a darle una estructu- ra lógica y comprensible a toda clase de públicos, y redactar, pensando en la comodidad del lector. Por tratarse de historia, el libro fue redactado sin com- plicaciones técnicas de manera que fuera de lectura accesible a un público muy amplio. De hecho, en algunas partes se brindan algunas aclaraciones o ex- plicaciones sobre la mención de algún tema técnico. A pocos días de la entrega del primer borrador del libro, no tenía definido un tema de portada ni algún texto para la contraportada. Fue cuando mi esposa, Estrellita, me sugirió tres elementos con base en el título del libro: Historia, Topografía y Costa Rica. En forma respectiva: sobre la Historia, un mapa an- tiguo; de Topografía, un instrumento de medición y de Costa Rica, el tricolor de nuestra bandera patria. Fue así como esos elementos fueron magistralmente y con gran talento, materializados por Daniel Cer- das, diagramador del Departamento de Comuni- cación del CFIA. Por otra parte, dado que el libro abunda, en el capítulo 3 en el tema de la demarca- ción de la frontera con Panamá, hice contacto con el Lic. Rafael Ángel Calderón Fournier, expresidente de la República, quien, gentilmente, redactó el tex- to de la contraportada, destacando el hecho de que fue justamente en el gobierno de su padre Dr. Ra- fael Ángel Calderón Guardia, entre los años 1940 y 1944, que se firmó el tratado limítrofe y recordando que mi padre Enrique formó parte de la Comisión de Ingenieros en la demarcación de la frontera entre los años 1942 y 1944. Otro aspecto de orden práctico fue la definición del título del libro. En el camino de la redacción recibí sugerencias de incluir en el título otras disciplinas re- lacionadas directamente con nuestra profesión, a sa- ber, Catastro, Geodesia, Agrimensura, Geomática, Fotogrametría, Cartografía, etc. Sin embargo, la op- ción fue escoger un título corto, sobre todo pensando que la Topografía como concepto abarca todas esas disciplinas, y esperando la comprensión del lector, especialmente la de mis apreciados colegas. El libro transcurre en forma cronológica en cuatro partes o capítulos: 1.- Topografía precolombina y co- lonial, 2.- Siglo XIX, 3.- Siglo XX y 4.- Siglo XXI. El Capítulo 1 se refiere a la topografía precolombi- na y colonial. En esta parte caemos en la cuenta que nuestros ancestros, desde su asentamiento en Costa Rica, practicaron técnicas topográficas, geométricas y astronómicas en muchas de sus obras y en la forma inicial de ordenar adecuada y racionalmente sus te- rritorios. Obras como las esferas de piedra de la zona sur y el asentamiento Guayabo reflejan la aplicación de dichos conocimientos. La topografía en tiempos de la colonia estuvo caracterizada por la explotación de la mano de obra y la utilización de los terrenos. Es cuando aparecen figuras feudales del imperio espa- ñol, como las encomiendas, las mercedes de tierras y los repartimientos. También se da la construcción de caminos y la formación de los primeros centros de población, incipientes ciudades. También para los conquistadores y colonos fue muy importante la car- tografía, de la cual hay abundante material. Todas es- tas tareas requerían de la aplicación de conocimientos técnicos en materia de topografía. El Capítulo 2 destaca sobre todo la etapa posterior a la independencia del imperio español que se carac- terizó por el traspaso de los terrenos a manos de par- ticulares, luego de más de tres siglos en manos de la monarquía española. Para este fin se emitió el decre- to del Oficio del Agrimensor en el año 1828, que se- ría como la figura primigenia del Catastro actual. Se da entonces la formación académica de topógrafos, conocidos en aquel tiempo como geómetras. La to- pografía estuvo presente en gran cantidad de obras

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