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34 / DIC. 2023 /Actividades CIT entre las que se citan: el trazado de cuadrantes en las principales poblaciones, ferrocarriles, gran cantidad de caminos, las iniciativas estatales de protección ambiental y de aguas, cartografía, definición de la frontera con Nicaragua y otros. Pero sobre todo des- taca las labores de los topógrafos en la elaboración y tramitación de planos para la titulación de tierras baldías a manos de ciudadanos privados. Este hecho es particularmente importante, porque definió para Costa Rica un estilo de tenencia de las tierras justo y ordenado, evitando la propiedad abusiva de grandes latifundios en manos de pocas personas. En el Capítulo 3 se describe, durante la primera mi- tad del siglo XX, la institucionalización de la Facul- tad Técnica de la República, antecesor del Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica, la creación por ley del Catastro Nacional en el año 1916, la definición material de la frontera con Panamá, luego de una larga indefinición de cuatro siglos y que provocó el brote de una guerra con el país vecino en el año 1921. El tratado limítrofe del año 1941 fue llevado al campo por un equipo de in- genieros costarricenses y panameños entre 1942 y 1944, mediante la medición de la primera red geo- désica de la región, que consiste en la medición de varias bases o longitudes y gran cantidad de ángulos. El grupo de ingenieros topógrafos de la Comisión Limítrofe, fueron, luego de la demarcación, los en- cargados de fortalecer y dar vida al Instituto Geo- gráfico Nacional y al Catastro Nacional Otras obras importantes que requirieron de profe- sionales topógrafos durante el siglo XX fueron más carreteras, sobre todo la carretera interamericana, la elaboración del Mapa Básico de Costa Rica en escala 1:50000, todavía en uso hoy día. Destaca también en la segunda mitad del siglo XX la creación de las carreras de topografía en las principales universidades del país. Muchas instituciones públi- cas y privadas se han fortalecido con la capacidad técnica de los topógrafos, por ejemplo, el ICE, AyA, INVU, Municipalidades, MOPT, Catastro Nacio- nal, Instituto Geográfico Nacional, etc. Se destaca en el libro la creciente formación y participación de mujeres en la topografía de Costa Rica. El Capítulo 4, sobre la Topografía en el siglo XXI, describe el acelerado avance tecnológico que ha he- cho posible la digitalización del Catastro Nacional, a través del Administrador de Proyectos de Topografía (APT), para la tramitación digital, expedita y ágil de planos de agrimensura, catastro y trabajos diversos de topografía. También la realización de sistemas infor- máticos como el Sistema de Información del Registro Inmobiliario (SIRI), para la administración del Mapa Catastral. Este Mapa, siendo el inventario de terre- nos del país constituye una herramienta de múltiples usos de gran importancia, pero sobre todo la garantía de seguridad jurídica para todos los propietarios de bienes inmuebles del país. Por otra parte, se dispone del Sistema Nacional de Información Territorial que contiene una infraestructura de datos espaciales de muchas instituciones y que es de acceso público. Un gran paso ha sido el paso del uso de la proyección cartográfica Lambert a sistemas Mercator, mediante la modificación de los diferentes parámetros cartográ- ficos que definen el sistema de referencia. El libro concluye aportando algunos retos y desafíos para la Topografía en Costa Rica. La primera edición consistió de 200 ejemplares y fue presentada en la ceremonia especial de 50 aniversario del Colegio de Ingenieros Topógrafos. Esta primera edición se agotó y esperamos reimpresiones y nuevas ediciones. El sello editorial del libro es del Colegio Fe- derado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica (CFIA), institución a la cual brindo un profundo agra- decimiento por su generoso apoyo. Debo dejar cons- tancia de mi agradecimiento al Colegio de Ingenieros Topógrafos (CIT), por haber promovido y apoyado en todo el proceso del proyecto del libro. Especialmente, al Ing. Marco Antonio Zúñiga, presidente actual del CIT y a toda su Junta Directiva. El proyecto del libro lleva cinco años; sin embargo, no lo considero terminado, porque como cito en el prólogo del libro, ‘entre más se escarba en la historia, más y más informaciones valiosas aparecen’. Espero continuar investigando, ampliando y mejorando el libro, para nuevas ediciones.

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