Azimuth-47

Revista Azimuth / DIC. 2023 /7 fecha tenía 55 años. Y lo menciono desde el inicio porque es una de las personas a quien le debemos, en gran medida, la creación de nuestro colegio. Él, junto a otro grupo de profesionales como los que cité anteriormente y con el gran apoyo del entonces diputado, Luis Alberto Monge Álvarez, presidente de la Asamblea Legislativa, culminaron la gesta que llevaba muchos años.  Don Inocente, a quien tuve el privilegio de conocer, personificó valores tan impor- tantes como lo son: la ética y perseverancia. En el período 1973-1974, se convirtió en el primer presidente de la Junta Directiva del CIT, y ese primer equipo de trabajo también estuvo integrado por: · Ing. Rafael Solís Zelaya · Ing. Tomás Fernández Rivera · Ing. José Luis Cubero Madrigal · Ing. Raúl Bermúdez Marín · Ing. Edgar Castro Barraza · Ing. Claudio Ugalde Alfaro Los aportes que hemos hecho, como gremio, son muchísimos, entre ellos: la demarcación de la fron- tera norte en el año 1888, el instituto físico Geográ- fico en el año 1889, la Oficina del Catastro en 1926, la demarcación de la frontera sur en el año 1938, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcanta- rillados, la carretera interamericana sur, el ICE, el IGN, el Mapa Básico de Costa Rica, entre otros, no existe obra de infraestructura que no cuente con la participación de un profesional en Topografía. la Junta Directiva del CIT, así como del equipo ad- ministrativo, nos hemos ocupado por crear la mayor cantidad de espacios de capacitación continua y de excelencia, todo con el fin de ser cada vez más com- petitivos y piezas clave en la solución de problemas y culminación de los objetivos de los habitantes de nuestro país. Muestra de ello, han sido la cantidad de cursos vir- tuales y presenciales que hemos desarrollado en esta gestión y a lo largo de los años; sumado a ello, la realización de congresos nacionales y regionales, así Más recientemente, La Universidad de Costa Rica, la Universidad Nacional, y la Universidad Autóno- ma de Centroamérica, son nuestra alma mater, y siempre les estaremos inmensamente agradecidos no solo por formarnos, sino también por creer en cada uno de nuestros profesionales. No ha sido fácil el poder llegar a celebrar esta fecha tan importante. La historia de estas cinco décadas ha sido construida en medio de grandes luchas y de extremos sacrificios; pero también de una satisfacción que no se puede medir. Me emociono… Y me emociono porque ser profesional en topografía es una pasión tan profunda como el centro de la tierra, y tan incalculable como la cantidad de estrellas en el firmamento. Un martes, 23 de octubre de 1973, los diputados de la República aprobaron la Ley N°. 5361, en donde se reforma la ley número 4925 del Colegio de In- genieros y Arquitectos, naciendo así el Colegio de Ingenieros Topógrafos de Costa Rica. El camino para llegar a esta reforma y creación del CIT no fue sencillo, tiene sus antecedentes en profe- sionales con una visión de progreso y desarrollo muy clara, fueron visionarios en el reconocimiento profe- sional, la actualización y la mejora continua. Fueron muchas las organizaciones que trabajaron, entre ellas señaló a la Unión de Ingenieros Topógra- fos de Costa Rica, la Asociación Nacional de Topó- grafos y Agrimensores, la Asociación Costarricense de Ingenieros, Peritos Topógrafos y Agrimensores, entre otras. Con los objetivos claros, profesionales como don Martín Chaverri Roig, Daniel Gutiérrez Gutiérrez, Rodrigo Vargas Antillón, Félix Umaña Duran, tan solo para citar a algunos, fueron grandes protagonis- tas de las luchas que se dieron. Uno de los grandes impulsores fue el Ing. Inocente Castro Barahona, que de Dios goce, quién para esa

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